La historia de Aliaga ha estado estrechamente vinculada a la del sector minero-energético, motor económico de la localidad desde que en 1952 se inaugurara la Central Térmica de la localidad, en su momento la más moderna de España, y que a pleno rendimiento llegó a producir 280 millones de kW/hora. Esta central, unida a las explotaciones mineras de la localidad y del entorno, ocupaba directa o indirectamente al total de la población activa, no sólo de Aliaga, sino de un buen número de localidades próximas. A mediados de los años 60 Aliaga llegó a rondar los 2.000 habitantes, convirtiéndose en una de las localidades más prosperas de la provincia.

A partir de los años 60 la actividad minera entra en decadencia, primero con el cierre de explotaciones locales como Campos (1955), Las Eras (1960) o Hoya Marina (1964) y en 1982, una vez quedó obsoleta su tecnología, con el cierre definitivo de la Central Térmica.

En la actualidad la localidad se afana en desarrollar alternativas económicas vinculadas con el sector turístico. Así, en la década de los 90 comenzó a gestarse el Parque Geológico de Aliaga, un espacio científico y de interpretación único en Aragón que pretende divulgar y poner en valor el rico patrimonio geológico del entorno de la localidad. El Parque, incluido en la Red Geopark -proyecto auspiciado por la UNESCO que une a 37 zonas europeas que destacan por sus valores geológicos y ambientales-, constituye en la actualidad el principal reclamo de la localidad, posibilitando el desarrollo de un incipiente sector turístico.

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